Proceso de fabricación del envase metálico

Proceso de fabricación del envase metálico

En general los envases metálicos están constituidos por dos o tres piezas. Los primeros constan de un tubo-fondo constituido en una sola pieza, además de una tapa suelta que posteriormente se une al extremo abierto. Es el caso de las latas de bebida donde no se aprecia la costura lateral.

Los envases de tres piezas constan de un tubo soldado por una de sus generatrices, más dos tapas unidas a sus extremos. Por su geometría pueden ser de sección circular, cuadrada, rectangular, trapezoidal u oval. Es el caso de la mayoría de las latas de conserva, donde se observa la costura lateral formada por la unión de los bordes del tubo metálico.

El proceso de fabricación de los envases de tres piezas parte de bobinas de hojalata y consta de las siguientes etapas:

–  Corte de las bobinas en hojas rectangulares de tamaño apropiado al formato a fabricar.
–  Aplicación de decoración externa (si procede)
–  Aplicación de barnices interiores y/o exteriores
–  Corte longitudinal de las hojas en bandas y corte transversal.
–  Conformación de un cilindro.
–  Soldadura eléctrica de su generatriz (hilo de cobre)
–  Rebarnizado interior y exterior de al costura lateral.
–  Acordonado, formación de anillos transversales en el cuerpo para una mayor resistencia radial.
–  Formación de pestañas en ambos extremos del cilindro.
–  Colocación de tapas mediante el sistema de doble cierre.

La fabricación de envases de dos piezas, obtenidos por simple embutición (1 solo golpe), es antigua y se viene empleando para muchos productos en envases de poca altura (relación altura/diámetro < 0.6). Para envases de mayor relación altura/diámetro se han desarrollado dos técnicas básicas de fabricación: embutición-reembutición (DRD) y embutición estirado (DWI).

Envases embutidos-reembutidos (DRD):

Son aquellos cuya altura es igual o mayor que la mitad del diámetro. La embutición se hace en varias operaciones y la conformación del envase se realiza mediante reembuticiones sucesivas. Esta técnica supone un elevado costo del equipo, lo que hace que este tipo de envases no se haya extendido tanto como otro tipo de envases.

Envases embutidos-estirados (DWI):

Son envases de pared muy delgada, utilizados para productos envasados bajo presión (bebidas carbonatadas). Se obtienen a partir de un disco metálico sin barniz de espesor relativamente elevado (0.30-0.33 mm), mediante las siguientes etapas:

– Prensa de copas: embutición simple a mayor diámetro que el diámetro nominal del envase.
– Reembutición: reducción del diámetro a su dimensión nominal.
– Definitivo alargamiento de las paredes, con reducción de su espesor, a diámetro constante.
– Formación del domo por estampación, sin reducción de espesor.
– Recorte del extremo superior no uniforme por alargamiento irregular.
– Entallado: reducción del diámetro de la boca
– Pestañeado o formación de la pestaña.

Los envases DWI por su concepción y características son particularmente adecuados para cervezas y bebidas carbónicas. Se ha intentado su utilización para productos alimenticios esterilizados y bebidas no carbónicas, pero existen grandes diferencias en las exigencias técnicas de estos productos, por las diferentes tensiones mecánicas que deben soportar. En las bebidas carbonatadas, las presiones existentes refuerzan las paredes del envase, incluso las más finas.